Muchos de nosotros quisiéramos tener una impresora 3D en casa, pero lo cierto es que muy pocos son los afortunados que pueden gastar una gran cantidad de dinero por ellas. Es que si bien las impresoras 3D son muy atractivas por las posibilidades que ofrece de poder crear diversos objetos, la realidad nos dice que, hasta que no se encuentren en el mercado a un precio relativamente módico, su masificación seguirá entando en un largo proceso de espera.
Sin embargo, esa situación podría cambiar con la entrada al juego de Portabee, una impresora 3D que nos da en la yema del gusto: un precio que bordea los US$500. Daniel Warner, el director de Negocio de Portabee, cometa que ‘si queremos hacer ese movimiento revolucionario, necesitamos la adopción masiva. Y eso depende del precio, en este momento’.
Pero eso no es todo, sino que, además de tener un precio significativamente inferior al promedio (la Replicator 2 vale US$2,000), otro de los problemas que intenta resolver Portabee es el de la portabilidad. Es que, siendo honestos, ¿alguna vez han visto una impresora 3D que se pueda llevar de un lado a otro con facilidad? Yo no la recuerdo, pero ahora que veo a Portabee, claramente visualizo una: pesa apenas 6.2 libras (poco menos de 3 kilos), y está diseñada para poder doblarse y así llevarla a cualquier parte sin problemas. Para Wagner, la Portabee puede ser considerada como la primera laptop de las impresoras 3D.
¿Algunos puntos en contra? Pues sí que los hay, pero no del todo graves. Por ejemplo, el hecho de no poder imprimir objetos muy grandes con la Portabee (120 mm cúbicos), en comparación con otras (la Replicator 2 puede crear objetos con dimensiones de hasta 28.5 x 15.3 x 15.5 cm). Otro punto es el de no poseer un recubrimiento para las partes electrónicas de la Portabee, aunque Wagner señala que eso no es un problema, puesto que responde a los conceptos de minimalismo y eficiencia en la ingeniería.
Fuente Tecnologia21
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