La producción industrial en series cortas y la impresión en 3D son dos tendencias empresariales del momento, y ambas han confluido en el crecimiento de Protorapid. La empresa empezó hace quince años con la fabricación de prototipos, evolucionó hacia la producción de series cortas, y ahora se lanza a la impresión 3D y ha creado su propia impresora que acaba de sacar al mercado.
"Para hacer una fotocopia, antes ibas a la copistería. Ahora tienes impresora, pero si necesitas imprimir un catálogo entero o un dossier, vas a la copistería. Y lo mismo pasará con los prototipos: uno te lo harás tu, si son muchos o de alta calidad nos los encargarás a nosotros", explica Javier Pairet, fundador de Protorapid. En 2012 facturó 800.000 euros, el doble que los 390.000 millones de 2009.
Pairet, informático, creó la empresa en 1997 para hacer prototipos para clientes como Moulinex o Lear Corporation.Luego evolucionó a las series cortas mediante molde de silicona. Y Pairet se asoció con Solidtech, un empresario portugués que hacía lo mismo que Protorapid y al 50%, crearon Materfusion, cerca de Oporto, donde emplea a cinco personas. Pusieron en marcha una línea de negocio de moldes de baja producción: "las grandes producciones de poco valor añadido van a China. Pero nuestros clientes producen series cortas de alto valor añadido", de máximo 50.000 unidades: productos de domótica, interruptores especiales, maquinaria dermoestética. "Estamos empezando a detectar más actividad en las empresas", asegura.
El sector tradicional de moldes está casi desaparecido en España."Nosotros los hacemos en aluminio: más barato, se deteriora antes, pero por eso se enfoca a series cortas". Una cosa lleva a la otra, que ahora son las impresoras en 3D. "Buscamos toda la información por internet, invertimos 100.000 euros y ya hemos construido cinco máquinas". La tecnología es de deposición de hilo de plástico y el cabezal le va dando la forma, capa a capa. La aguja la compran en Alemania, el resto de componentes, en la provincia, y la montan en Gavà. Su objetivo, "siendo pesimistas", es vender este año 300 máquinas. Salen a un precio de 3.400 euros, "bastante menos que las de conocidas marcas americanas", asegura.
Protorapid presentó su máquina en diciembre, en la feria Euromold de Frankfurt: "ya tenemos diez vendidas a un distribuidor de México. ¡Incluso el FBI se ha interesado!". El cliente potencial es "cualquier empresa que utilice software de diseño e ingeniería CAD".
Fuente La Vanguardia
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