Construir una base de operaciones para el ser humano en la Luna no es una tarea sencilla, ya que implicaría varios meses de obras, trabajando en condiciones desfavorables y en ausencia de gravedad, y los astronautas-obreros deberían permanecer en nuestro satélite durante todo el tiempo que durase la obra. Sin embargo, las nuevas tecnologías de impresión en 3D ofrecen una alternativa que hace que la idea de tener una base lunar ya no parezca tan difícil de conseguir.
La impresión en 3D ya se está usando en la Tierra, y tiene aplicaciones diversas: fabricación de prótesis, creación de esculturas, obtención de réplicas de hallazgos arqueológicos, montajes artísticos o visualización de diseños arquitectónicos. Las impresoras 3D permiten construir estructuras tridimensionales, y para ello van rellenando con diferentes materiales las sucesivas capas del objeto en cuestión.
Ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) pretende llevar a cabo un ambicioso proyecto que le permita "imprimir" una base de operaciones en la superficie de nuestro satélite: se trataría de una especie de cúpula con paredes diseñadas para proteger a los astronautas de la radiación y de los impactos de los micrometeoritos. Siguiendo la filosofía de la construcción sostenible, la mayor parte de los materiales empleados procederían de la misma superficie de la luna, minimizando así el transporte de materia prima desde nuestro planeta.
"La tecnología de impresión en 3D ha permitido producir estructuras enteras aquí en la Tierra", ha argumentado Laurent Pambaguian, director del proyecto. "Ahora vamos a ver si podemos utilizarlas para construir un hábitat lunar. Esta técnica nos proporciona un posible medio para facilitar el asentamiento lunar con una logística desde la Tierra muy reducida".
La ESA, que se ha asociado a la firma de arquitectos de Norman Foster para llevar a cabo este proyecto, ha presentado a modo de demostración un bloque de 1,5 toneladas de peso que se ha fabricado usando esta tecnología. "En primer lugar, es necesario mezclar el supuesto material lunar con óxido de magnesio. Esto lo convierte en una especie de `papel' con el que se puede imprimir", ha explicado Enrico Dini, de la empresa UK Monolite, que ha diseñado la impresora empleada. "Después se aplica una sal de unión que convierte el material en un sólido similar a la piedra. Nuestra impresión actual tiene una tasa de construcción de alrededor de dos metros por hora, mientras que la próxima generación de impresoras podrá alcanzar los 3,5 metros por hora. Así se completaría la construcción de un edificio entero en una semana".
El futuro ya está aquí. Si finalmente la ESA lleva a cabo su proyecto, en poco tiempo podremos ver como una especie de robot construye rápidamente un refugio para los astronautas que formen parte de las próximas misiones tripuladas a la Luna.
Fuente Muy Interesante
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