Las nuevas técnicas de manufacturar involucrarán al usuario del producto como nunca antes, revolucionando el papel del consumidor. La manera de fabricación, financiación, distribución y compra de todo, desde coches a zapatos está progresando rápidamente. Los límites entre diseñador, fabricante y consumidor están desapareciendo, ayudados por un creciente movimiento de “hacktivistas”, que comparten y descargan diseños digitales a través de Internet con el objeto de customizarlos para darles nuevos usos.
¿Cómo funciona una impresora 3D? Pues muy a grandes rasgos hay que dibujar el diseño en el ordenador, entonces los datos llegan a la impresora, que extiende finas capas de polvo de plástico o metal unas encimas de otras. Cada capa se solidifica con una especie de soldador láser.
Históricamente las impresoras 3D se han venido usando principalmente por arquitectos e ingenieros para hacer prototipos. Los primeros productos comercializados a gran escala que utilizan las impresoras 3D como método de fabricación son los audífonos. De este modo es fácil y rápido dar al audífono la forma apropiada para cada cliente. Y es que la customización en masa es la clave de esta tecnología.
Lo cierto es que este es un gran paso. Individualiza industrias que hasta ahora se centraban únicamente en la producción en masa. Teóricamente llevará a la reducción de la necesidad de fábricas, cadenas de producción, almacenes y transporte desde las grandes fábricas. Muchas cosas podrán ser impresas a partir de unas instrucciones digitales en una tienda de impresión 3D en tu barrio, sin necesidad de que te llegue a casa en un enorme contenedor de barco desde China.
Esto es ya una realidad, hay muchas empresas en todo el mundo que se dedican a vender productos absolutamente customizados a través de impresoras 3D. Podemos encontrar desde joyería o fundas de móvil, hasta juguetes eróticos e incluso armas. Capitalismo sin necesidad de mucho capital.
En el mundo de la moda lo cierto es que la pasarela ha tardado bastante en acoger la impresión 3D. Los diseñadores de zapatillas de deporte, los de joyería y accesorios han sido los que más rápidamente han acogido esta tecnología. También ellos son los que están más relacionados con el diseño de producto y la arquitectura, ámbitos en los que ya se usaba este tipo de impresión.
La facilidad con la que las impresoras 3D ofrecen customización puede ser perfecto para la industria de la moda, donde cada cliente tiene unas medidas y un gusto distinto. El ‘problema’ es que la industria de la moda no está todavía muy computerizada.
Los diseñadores de moda se centran siempre en el material, en su tacto, su caída… pero con esta tecnología habría que cambiar el modo de pensar de principio a fin. La limitación más grande que existe, si nos referimos a la aplicación en moda, es el escaso número de materiales de los que ahora mismo se puede alimentar una impresora de este tipo.
Actualmente, los diseñadores que están saliendo de las escuelas de moda están realmente entusiasmados con la impresión 3D. La gran ventaja es que esta técnica da libertad a los jóvenes diseñadores que no se pueden permitir fabricar miles de unidades de un producto. Haciendo realidad diseños que, de otro modo, sólo hubieran existido en un papel.
En Marzo de este año, Nike lanzó ya unas zapatillas de deporte que incluyen piezas que han sido impresas en 3D. Todo apunta a que la impresión 3D que se hará hueco en la moda a través de la ropa más urbana y no de la alta costura.
Desde finales de los años 70 se han inventado multitudes de procesos de impresión 3D. Las impresoras eran enormes, muy caras y muy limitadas en la manera en la que podían fabricar, pero en la actualidad esto ha cambiado.
Ahora, por ejemplo, la firma electrónica Maplin es la primera cadena de UK en vender impresoras de este tipo enfocadas directamente al mercado doméstico. La impresora Velleman K8200 cuesta £700 (unos 840 €) y no es más grande que una impresora de tinta. Usando un software bastante simple de construcción de objetos en 3D, se puede construir cualquier cosa que no supere unas medidas de 20 x 20 x 20 cm.
Fuente Gonzoo
No hay comentarios:
Publicar un comentario