La mayoría de impresoras 3D sólo imprimen en un color. Imprimir en 3D en varios colores es sólo posible, por ahora, con impresoras específicas de gran formato, puesto que se necesita un cabezal para cada color para poder hacerlo. Suelen ser equipos muy caros, por lo que obtener impresiones tridimensionales de varios colores es muy caro. Por lo menos hasta ahora, porque de salir adelante un adaptador inventado por dos estudiantes de ingeniería química de la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU), la impresión 3D en varios colores podría llegar a muchas impresoras 3D por menos de 100 dólares.
Dicho adaptador, denominado Spectrom, puede acoplarse a las impresoras 3D de modelado por deposición fundida (MDF), muy populares entre los usuarios finales, tanto por su precio como por la facilidad de su manejo. Agrega colores al plástico a demanda mientras se derrite antes de pasar a formar parte del modelo impreso, proceso que es controlado por ordenador, que se guía por el modelo que hay que imprimir para hacer la mezcla y aplicar el color necesario en cada punto. Su funcionamiento es, por tanto, muy parecido al de una impresora de inyección de tinta convencional.
Sus creadores, Cédric Kovacs-Johson y Charles Haider, han tardado un año y medio en desarrollarlo, y en la actualidad están empezando el procedimiento necesario para registrar la patente del adaptador, y quieren ampliar su equipo. Eso sí, para conseguir su objetivo necesitan conseguir financiación, para lo que están barajando, fundamentalmente, dos posibilidades: asociarse con una compañía grande o abrir una campaña de crowdfunding. Por ahora han conseguido alzarse con dos premios en la vigésima edición del certamen anual Innovation Days que celebra su universidad. El objetivo de la misma, que este año tuvo lugar los pasados días 13 y 14 de febrero, es recompensar las ideas creativas y con posibilidades de hacerse realidad de sus estudiantes. En concreto, con el Premio a la Creatividad Choofs, dotado con 10.000 dólares, y el Premio de Prototipos Tong, con el que han conseguido otros 2.500 dólares.
Además de abaratar los costes de impresión a color, este adaptador podría tener multitud de aplicaciones en numerosos campos, como por ejemplo, en la generación de determinadas prótesis que tengan el mismo tono de la piel del paciente, un proceso que ahora es bastante caro y complejo, y que vería reducido considerablemente tanto el dinero invertido en conseguirlas como el tiempo empleado en tenerlas disponibles.
Fuente Teknlife
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