Las tecnologías de impresión 3D van en franco crecimiento, con innumerables proyectos independientes y otros financiados por grandes empresas que buscan extender su uso alrededor del mundo. Y América Latina no se queda atrás en dicho desarrollo, gracias a la creación del ingeniero en automatización y robótica Víctor Ruz, creador de la primera impresora 3D chilena.
Si bien existen gran cantidad de aparatos de esta clase en universidades y talleres independientes, la DreamBox 3D es el primer producto que se comercializa de manera autónoma, imitando el modelo de negocios de otras compañías extranjeras como MakerBot. Así, se ofrece una impresora 3D bien diseñada y fácil de utilizar, con lo que cualquier usuario del hogar podría iniciarse en el mundo de la impresión 3D.
Son dos los modelos que ofrece el sitio web oficial de la empresa: la DreamBox PRO y la DreamBox Delta, con esta última enfocada a crear objetos de manera veloz y sencilla, además de ser más compacta. Aparte de aquello, se ofrecen los servicios de impresión 3D por encargo, cursos y talleres para aprender a utilizar el producto y el arriendo de una DreamBox 3D en caso que el usuario no requiera adquirir la impresora de manera permanente.
Fuente Fayerwayer
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