La compañia estadounidense Solidoodle, una de las pioneras en las impresoras 3D para uso doméstico, acaba de lanzar tres nuevos modelos que abarcan desde los usuarion noveles hasta los más experimentados.
La empresa radicada en Nueva York ya dispone de una larga experiencia y ha cosechado gran éxito con sus modelos Solidoodle, que actualmente está en su cuarta generación, si bien estas impresoras 3D han estado siempre enfocadas a usuarios experimentados.
Ahora se lanza a por otros segmentos del mercado e incluye la Solidoodle Press, de tipo 'cerrado', para prevenir accidentes con mascotas o niños y que prácticamente no necesita más que pulsar un botón para ponerse a trabajar.
A pesar de estar orientada a usuarios novatos en esto de la impresión 3D, sus características son dignas de modelos superiores, con un tamaño de fabricación de 200x200x200 mm y una resolución de capa de 100 micras, lo que acompañado de su sistema de autocalibrado la hacen ideal para ser colocada en nuestro escritorio.
Los otros modelos, la Workbench y la Workbench Apprentice, siguen en la línea de su antecesora y son 'abiertas', lo que permite manipular libremente la impresora 3D por si queremos 'hackearla', algo muy común entre la comunidad de la impresión 3D para añadirle personalizaciones, mejoras o gadgets que incluyan nuevas funcionalidades.
La Workbench se vende a 1300 dólares, casi el doble que la 4th Generation aunque la compañía alude mejoras tecnológicas. Su tamaño de impresión comprende 300x300x300 mm a una resolución de 100 micras e incluye doble extrusor. La Apprentice es un modelo reducido de sólo 150x150x200 mm de tamaño de fabricación y un precio más asequible, por 800 dólares está ya disponible.
Además, la empresa ha incluído un nuevo software para sus impresora 3D, el SoliPrint, por lo que ya no tiene que apoyarse en software de terceras compañías, una tendencia cada vez mayor en el sector de las impresoras 3D de conusmo.
Fuente Imprimalia 3D
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