Si alguna vez habéis utilizado Snapchat, sabréis que se trata de una aplicación de mensajería en la que las fotos pueden tener una temporalidad. Es decir, podemos intercambiar un determinado contenido que se borrará poco después. La pregunta es ¿se podría trasladar esto a las fotos de la vida real? Ya se ha demostrado que si. Aunque normalmente las fotografías son para siempre, Diego Trujillo ha inventado una impresora bastante curiosa. Le ha dado el nombre de This Tape Will Self-Destruct pero, aunque sea largo, lo cierto es que cumple su función a la perfección: producir fotos en papel que se destruyen pasado un tiempo.
La utilidad de la impresora es más que evidente: crear material temporal que sólo se pueda leer durante unos minutos, después de ser impreso. Ideal si no queremos dejar pruebas de lo que nos hayan enviado. De hecho, estamos viviendo en una época en la que la privacidad es un aspecto que cada vez se está diluyendo más.
Por el momento, la impresora no se puede comprar en ningún lado. Aunque no dudéis en que os diremos algo, en el caso de que su creador decida producirla en masa.
Fuente Omicrono
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