La impresión 3D de metal requiere una inversión importante, razón por la cual ha quedado relegada hasta ahora al ámbito industrial y profesional y es una gran desconocida del gran público.
Afortunadamente, David Hartkop está a punto de poner esta tecnología al alcance de la inmensa mayoría con su proyecto denominado Mini Metal Maker, fruto de varios años de desarrollo.
Uno de sus rasgos singulares es que utiliza la tecnología FDM para la fabricación de objetos de metal de alta calidad.
Por supuesto, la idea de que el metal se puede extruir como el plástico caliente parece poco realista, pero David ha desarrollado una solución muy inteligente, que combina las cualidades maravillosas del metal con la impresión tridimensional FDM.
La máquina extruye la masa metal como una impresora 3D extruye la arcilla.
A diferencia de las impresoras 3D profesionales de metal, los objetos fabricados con la Mini Metal Maker deben ser cocidos en un horno de cerámica a 600 grados de temperatura para que la argamasa orgánica que compone la pasta se retire.
La proporción media de argamasa en la pasta se sitúa entre el 12% y el 20%, pero el resultado final es excelente.
Los objetos metálicos así impresos pueden ser tratados entonces como todos los otros componentes metálicos: perforados, doblados, pulidos, etcétera.
También pueden conducir la electricidad y resitir el desgaste mucho mejor que los objetos de plástico.
Según David Hartkop, "esta impresora 3D es perfecta para los pequeños fabricantes de joyería personalizada. También puede ser utilizada para hacer pequeñas piezas metálicas tales como engranajes, clips y anillos".
David Hartkop ha lanzado una nueva campaña de crowdfunding para iniciar la producción. Él espera recaudar $ 150.000 antes del 15 de abril de 2015.
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