Años atrás, cuando un animal perdía una extremidad estaba prácticamente desahuciado. Pero la introducción de la impresión 3D ha cambiado absolutamente este escenario.
Y es que, además, de poder imprimir un sinfín de objetos distintos, las impresoras 3D también han permitido grandes avances en el campo de las prótesis, dando una segunda oportunidad tanto a criaturas grandes como pequeñas. He aquí 6 animales a los que les cambió la vida una impresora 3D
Derby, el perro con patas artificiales
Derby es un perro mestizo que nació con una malformación en las patas delanteras. No podía correr ni moverse libremente, al tiempo que le salían abrasiones en el cuerpo de arrastrarse por el asfalto.
La fortuna, sin embargo, sonrió a Derby. Y es que tras una temporada en una protectora de animales, fue adoptado por Tara Anderson, miembro de la compañía 3DSystems, quienes diseñan modelos tridimensionales para luego moldearlos con una impresora 3D.
Tara y su equipo diseñaron una prótesis para sus patas delanteras y, tras un periodo de aprendizaje, Derby puede ya moverse velozmente, tal y como podemos ver en este vídeo.
Tieta, la tucán que puede comer gracias a un pico 3D
Cuando rescataron a Tieta de una feria de comercio ilegal de animales silvestres de Río de Janeiro (Brasil), los veterinario no habían visto jamás un animal tan maltratado. Le habían arrancado la parte superior del pico, por lo que la tucán tenía que hacer malabarismos para poder comer.
Le habían arrancado la parte superior del pico, por lo que tenía que hacer malabarismos para poder comer. Aunque normalmente a los tucanes mutilados se les colocan picos de otros animales muertos, resulta muy complejo que sean compatibles, ya que los picos de pájaros muertos se deterioran muy rápido.
Por eso, el equipo, formado por expertos de tres universidades y otras instituciones, decidieron crear una prótesis 3D, que fuera lo suficientemente ligera y resistente para que le permitiera volver a comer con normalidad.
Se hicieron cuatro intentos hasta dar con la prótesis que finalmente le colocaron al ave de esta forma, tras tres meses de producción y cuatro intentos antes de dar con la prótesis que finalmente le implantaron, los expertos pudieron diseñar un pico parecido al que tenía Tieta mediante un programa de vídeo 3D.
El pico, que fue impreso en 2 horas, mide poco más de 4 centímetros y pesa 4 gramos. Unas características que han permitido a Tieta volver a comer con normalidad, como si de su pico se tratara.
Tumbles, el perro sin patas delanteras
Ya os presentamos en su día a Tumbles, un perro que nació sin sus patas delanteras y que, gracias a una silla de ruedas creada mediante una impresora 3D, ahora disfruta de su movilidad.
La silla de ruedas, creada por la Universidad de Ohio e impresa durante 14 horas, rodea el cuerpecito de Tumbles con un arnés, mientras que unas ruedas le permiten ahora moverse con facilidad.
La tortuga Cleopatra sufría una malformación en su caparazón. Éste tenía una forma piramidal: un tipo anormal de caparazón, con picos de gran tamaño y de forma irregular, que le impedían tener una interacción normal con el resto de tortugas. Asimismo, ponía en riesgo su vida, al conllevarle graves problemas de salud, debido a infecciones y heridas en el caparazón.
La tortuga sufre un tipo anormal de caparazón, con picos de gran tamaño, que ponían en riesgo su vida, alertados por su deterioro, un grupo de investigadores crearon una prótesis para el caparazón de Cleopatra, mediante un plástico derivado del maíz e impreso en una impresora 3D.
Este nuevo caparazón, que ha requerido casi 600 horas de modelado en 12 programas diferentes, se sujeta a la tortuga con velcro y sólo tiene que llevarlo mientras está en contacto con otras tortugas, permitiéndole jugar y relacionarse.
Cleopatra sólo tiene que llevar la prótesis mientras está en contacto con otras tortugas, durante este tiempo, su autentico caparazón deberá sanarse, proporcionándole a Cleopatra, según las estimaciones de los veterinarios que la han tratado, unos 80 años más de vida.
Con apenas un año, Sprocket puede afirmar que el popular dicho que ‘los gatos tienen siete vidas’ es cierto. Y es que con sólo unos meses, este gatito fue atropellado por un coche y le tuvieron que dar varios puntos.
Un mes y medio después, cuando su vida parecía que volvía a la normalidad, un perro le atacó la pierna, reventándole el sistema nervioso. Un accidente que le impedía volver a moverse y a sufría terribles dolores.
Su veterinario, juntamente con el diseñador Fullarton Pegg, utilizaron una impresora Formlabs 3D para crearle una prótesis, que le protege y le sirve para apoyar la pata, sin necesidad de generar presión, que le permite caminar sin dolor.
El veterinario espera que gracias a esta prótesis la pata de Sprocket termine curándose. Pero por si eso no pasa, y finalmente deben amputarle la pierna, el diseñador ya ha creado una prótesis 3D, que substituiría su actual pata.
Buttercup, el pato que no podía andar
Buttercop es un pato que tenía una de sus patas completamente torcida, por lo que le era imposible caminar sin dolor. Informados sobre este caso, una compañía, llamada Feathered Angels Waterfowl Sanctuary, decidió tomar cartas en el asunto y buscar una solución para el pato.
Así, decidieron amputarle la pata y sustituírsela por una prótesis de silicona, creada en una impresora 3D, a partir del modelo escaneado en 3D de su pata sana.
Tras amputarle la pata, se la sustituyeron por una prótesis de silicona, a partir del modelo escaneado en 3D de su pata sana. El modelo ha resultado funcionar a la perfección y Buttercop se mueve ahora sin problemas.
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