Hace tan solo dos semanas que la Fortus 900 aterrizó en el Centro Tecnológico Aitiip, en el Polígono Industrial Empresarium de Zaragoza. Esta empresa convierte en realidad los prototipos de I+D. La Fortus 900 es la impresora 3D más grande de España, un modelo único en cuanto a tamaño y prestaciones del que tan solo existen ocho en todo el mundo.
La impresora, del fabricante estadounidense Stratasys, ofrece la denominada tecnología FDM –Fused Deposition Modeling-. Fuentes del centro tecnológico zaragozano, especializado en servicios de I+D+I y en procesos de ingeniería, prototipos, fabricación de moldes y utillajes, transformación de plásticos y otro tipo de materiales, aseguran que esta inversión supone una apuesta por la innovación y la alta tecnología de fabricación 3D que destaca por su volumen y precisión.
Esta máquina abre nuevas posibilidades de comercialización no solo al resto de España sino al mercado internacional, y amplía los materiales con los que han trabajado hasta la fecha. Además, permitirá obtener piezas de todo tipo en plásticos, que podrán utilizarse en maquetas y modelos, validación de productos en tres dimensiones, y generar piezas maestras para hacer prototipos.
“En Aitiip ofrecemos servicio a Aragón y a nivel nacional, aunque es cierto que esta nueva adquisición abre más las posibilidades a nivel internacional, sobre todo hacia el sur de Francia, donde hay una fuerte demanda del sector de la aeronáutica, así como en el resto de Europa y EE. UU.”, explica Berta Gonzalvo, responsable de I+D.
La Fortus 900 tiene unas dimensiones de 914 x 610 x 914mm y permite la construcción de las mayores piezas unitarias del mercado, pero también de pequeñas piezas de 2, 3 o 4 centímetros. Los precios de las impresiones, aseguran, “pueden ir desde los 20 euros hasta los 3.000 o 5.000, pero eso dependerá del tamaño de la pieza y de la geometría, que será la que determine el tiempo de preparación”. Tan solo en una semana que lleva operativa ya ha recibido 20 pedidos. Desde Aitiip confían en recuperar la inversión en cinco años.
Las mayores ventajas que presenta esta máquina de última generación son el incremento de la velocidad y el abaratamiento de los costes de fabricación. “Somos capaces de fabricar más rápidamente, incluso el mismo día; y con materiales mucho más económicos”, explica Gonzalvo. Además, todo el proceso de fabricación se realiza dentro de criterios ecológicos, ya que la Fortus no necesita ventilación especial ni emite residuos en forma de polvo o resinas.
Otra de las ventajas de esta impresora 3D es que permite trabajar con diversos materiales de grandes prestaciones y enfocar la producción a múltiples sectores tales como la aeronáutica, la automoción, el menaje, la medicina o los juguetes. Algunos de los materiales técnicos con los que trabaja pueden utilizarse en el sector sanitario, otros están homologados por el sector aeronáutico y de automoción.
El proceso comienza en un ordenador, a partir de un diseño 3D generado desde cualquier programa de diseño. Este archivo se carga en el programa de fabricación de la máquina y comienza el proceso de depositado de material capa a capa, generando la geometría 3D, y convirtiendo en realidad un diseño.
Fuente Heraldo
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