Las impresoras forman parte ya una parte importante de nuestras vidas. ¿Seríamos capaces de vivir sin ellas? Imprimir documentos, enviarlos desde la nube, fotocopiar, escanear, enviar faxes… Se han convertido en máquinas que realizan todo tipo de funciones que antes nunca imaginaríamos. De hecho, hace tan solo unos años, hacerse con una impresora era considerado un lujo al alcance de muy pocos. Sin embargo, con el auge de las tecnologías y las empresas en general, su oferta y variedad de precios ha crecido como la espuma.
Una vez dicho esto, ¿os gustaría saber cuál ha sido la historia de estos aparatos? Aunque se piense lo contrario, ya tienen más de medio siglo a sus espaldas. Por ello, se antoja muy importante echar la vista atrás para conocer mejor su historia, algo que haremos a través del siguiente artículo.
Habría que echar la mirada a la década de los 40 para conocer la primera “impresora”. Sin embargo, esta no es como la concebiríamos hoy en día. Esta se creó al mismo tiempo que el primer ordenador de la historia, creación de Charles Baggage. Para que os hagáis una idea de su magnitud, estaba formado por más de 4000 piezas mecánicas y llegó a pesar más de 2500 kilos. En la foto se puede ver que era mucho más grande que un hombre medio.
No fue hasta casi diez años más tarde, concretamente en el año 1968, cuando nació el primer modelo “pequeño” de impresora. Fue de la mano de la empresa EPSON, la cual se ha erigido como una de las compañías más relevantes en el ámbito de las impresoras. De ahí, la importancia que tuvo y sigue teniendo en la actualidad.
Este primer aparato, fue idea de Shinsu Seiki bajo el sobrenombre de EP-101. Años más tarde, siguieron surgiendo modelos más novedosos y con más funciones a los que se les llamaría “Los hijos (o ‘son’ en inglés) de la EP-101” que más tarde evolucionó a la marca EP-SON como hoy la conocemos. Curioso cuanto menos, ¿verdad?
Desde un primer momento, podemos tener la idea preconcebida de que la impresión láser apenas tiene unos años de vida. Sin embargo, os decimos desde ya que estáis muy equivocados. Los primeros modelos se lanzaron por los años 70 y uno de sus “padres” fueron Chester Carlson y Gary Starkweather.
¿Y cuál era el gran hándicaps de estos primeros modelos? Pues nada más y nada menos que su desorbitado precio. Por estos años, una impresora láser podía costar entre 3000 y 20.000$, una cifra completamente prohibitiva por aquel entonces y sobre todo por ahora. Para que os hagáis una idea, la primera impresora con esta función, la LASER JET de HP costaba unos 3000 dólares. De locos.
A finales de los años ochenta y principios de los 90, se fueron unieron a este mercado otras compañías tecnológicas muy potentes como Apple. La empresa del ya fallecido Steve Jobs vio la gran relevancia que estaban teniendo estas máquinas. En este ámbito, se lanzó al mercado la Laser Writer, un modelo realmente revolucionario por aquel entonces realizar impresiones de imágenes y textos gráficos a una muy alta calidad, algo que no aportaban las impresoras de aquella época.
Así mismo, ya bien entrada la década de los 90 se vivió una auténtica revolución en el ámbito de las impresoras. Su precio se fue normalizando y gracias a ello tanto las pequeñas empresas como el consumidor medio fueron capaces de agenciarse una. También, en esta época, la empresa HP lanzó sus primeros modelos. Tuvo mucha repercusión sobre todo la LaserJET IIIsi primera impresora que permitía conectarse a través de una conexión en área local. De esta forma, se podían enviar documentos desde distintos ordenadores (en una empresa por ejemplo) de forma simultánea.
Por último, en el año 1998, apareció la primera multifunción del mercado que permitía aparte de imprimir, fotocopiar, escanear y enviar faxes desde el mismo equipo.
Del año 2000 hasta nuestros días
Para acabar este artículo, y ya entrado este nuevo milenio, el uso de las impresoras se democratizó aún más. Sobre todo para todos aquellos modelos que utilizasen color en sus impresiones. De hecho, en el año 2008 apareció la LaserJet CP1215, con un precio realmente bajo por aquel entonces.
Desde entonces, ya más de un 90% de los usuarios disponen de estos aparatos en sus casas (de cualquier tupo de marca) Además, los modelos se han hecho mucho más pequeños y con todo tipo de funciones que seguro que día a día irán a más. También, cabe destacar la gran conectividad que existen con los demás soportes. Ahora podemos mandar y gestionar nuestros documentos desde nuestra tablet o smartphone para imprimir archivos dónde y cómo queramos, algo hace unos años era completamente impensable.
Como conclusión, el futuro que nos espera a corto/medio plazo con las impresoras es alentador y promete ser de lo más revolucionario con la nueva tecnología 3D.
Fuente Atodatinta y A4Toner
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