El Grupo Blacksmith de la Nanyang Technological University de Singapur ha desarrollado la primera impresora 3D compacta del mundo, que además de imprimir de forma tridimensional permite la digitalización de los objetos.
El modelo multifunción será lanzado al mercado a lo largo del próximo mes de marzo de 2015 con la denominación comercial de Blacksmith Genesis y facultará a los usuarios a imprimir en 3D los artículos que escaneen en treinta tamaños diferentes.
“Siempre ha sido mi deseo que las impresoras 3D sean tan comunes como las impresoras de inyección de tinta y láser que ahora se puede encontrar en cualquier hogar u oficina", subraya el profesor Chua Chee Kai, una eminencia en el campo de la impresión 3D y promotor del proyecto.
“La mayoría de las impresoras 3D que se venden actualmente no son fáciles de usar, ya que sus modelos y planos por lo general se tienen que diseñar desde cero en el equipo”, lamenta por su parte Fang Kok Boon, CEO del grupo y uno de los fundadores junto a Alex Pui Tze Sian.
La nueva impresora llega exenta de este tipo de complicaciones, ya que los usuarios no estarán obligados a diseñar una obra original desde cero, fundamental para quienes carezcan de conocimientos de uso de un software de modelado. Mucho más fácil: el dispositivo escanea cualquier elemento físico, y a partir de ahí puede copiarlo de inmediato e imprimirlo, o bien utilizarlo como base para modelar otro objeto 3D personalizado.
El dispositivo de alta tecnología, que se presenta con una carcasa de aluminio negro, pesa seis kilos y cuenta con pantalla de dos pulgadas LCD, Wi-Fi, un lector de tarjetas SD integrado y conexión USB para la impresión instantánea.
Los investigadores han utilizado una innovadora plataforma giratoria para la impresión y escaneado, a diferencia de otros modelos 3D comercializados previamente. En este caso, la plataforma, pendiente de patente, permite una verdadera exploración de 360 grados, y puede imprimir artículos de hasta 6.650 cm3 (unos 6,5 litros), el doble del tamaño conseguido hasta ahora por otras impresoras 3D de tamaño similar.
Posee además una buena resolución de 50 micrómetros, lo que permite duplicar el detalle de las reproducciones en comparación con otras impresoras 3D compactas. Asimismo, la exploración de objetos con su cámara de 5 megapíxeles tarda sólo 6 minutos, dos veces más rápido que otros escáneres 3D disponibles.
El Grupo Blacksmith también es el primero en incorporar un sistema de control remoto y detección de errores automático gracias a su cámara integrada. Esto permite a los usuarios controlar la impresión en tiempo real desde cualquier lugar del mundo a través del smartphone, simplemente con una conexión a Internet.
La puesta en marcha del proyecto fue posible tras completar con éxito en agosto pasado una campaña de crowdfunding en Indiegogo, la mayor plataforma de recaudación de fondos a nivel mundial, con la que recaudaron más de 80.000 dólares. De esta forma han conseguido producir la primera remesa de impresoras, lista ya para su envío durante el mes de marzo entre los primeros usuarios que apoyaron la campaña.
Mark Reilly, un ciudadano de Iowa, en Estados Unidos, será el primer cliente en recibir su Blacksmith Genesis. "Creo que es genial poder copiar un objeto de dos pulgadas y escalarlo hasta cinco pulgadas o viceversa”, subraya Reilly, quien destaca además el “todo en uno” del dispositivo, eliminando así la necesidad de comprar varios artículos para poder imprimir, escanear y copiar.
Reilly alaba igualmente el tamaño del área de impresión, pues ocupa mucho menos espacio que otras impresoras 3D, así como el hecho de incorporar una cámara para controlar los trabajos de forma remota.
La siguiente fase será expandir la venta a nivel global. Para ello, el grupo acaba de lanzar la página web donde realizar las reservas al precio de 2.200 dólares, con una tarifa plana de 150 dólares para el envío a 70 países de todo el mundo.
"La impresión 3D es una innovación disruptiva que ha revolucionado el mundo de la fabricación y las industrias biomédicas", destaca el profesor Chua. "Aunque las impresoras 3D de bajo costo están disponibles, todavía son muy difíciles de programar y montar. Tener una impresora 3D asequible y de alta calidad, que además sea fácil de usar, es lo que falta en el mercado y es ahí donde se dirige el Grupo Blacksmith", agregó.
En ese sentido, alaba la capacidad de los creadores de Blacksmith Genesis para incorporar innovaciones del laboratorio a la industria y, en este caso además, directamente a los hogares de los consumidores.